Masaje con final feliz

Me llamo Sofia y soy masajista desde que tenía 20 años y mis anécdotas eran muy normales, nunca había pensado en hacer algo más, hasta que un día un hombre al que atiendo 1 vez a la semana no pudo más. Ese día había algo diferente en el ambiente y ambos nos dimos cuenta. Era un hombre de 35 años más o menos, muy atractivo y muy fuerte, en los masajes anteriores nunca había pasado nada fuera de lo común pero esta vez su pene se puso duro y cuando lo rozaba soltaba un gemido, eso me puso al 1000 pero debía mantener mi postura, hasta que me propuso algo...

Me dijo: ¿Cuánto quieres por tocarme?, yo nerviosa sonreí y le dije, ya te estoy tocando jaja... el sin pensarlo, quito la toalla que cubría sus partes íntimas y volvió a decir: cuanto quieres, yo puedo pagarte.

Así que le di el precio del masaje más lo que me correspondía a mí por lo que iba a hacer y que no se enteraran en el centro, pues me podían correr de mi trabajo. Así lo hicimos, me pago mi parte en ese momento y lo masturbe, el hizo el pago del masaje en recepción y se fue. Yo comencé a fantasear con él, mientras trabajaba me mojaba, empezó a hacer un problema para mí, pues en ocasiones me encerraba en el baño para poder masturbarme.

No podía seguir así, tenía que parar con eso y la única solución era haciendo realidad la fantasía que tenía con él, pero tenía una cosa muy clara y era que no podía hacer eso en mi lugar de trabajo así que decidí buscar por internet y encontré una página donde podía ofrecer trabajos eróticos, solo debía poner un anuncio en mi ciudad y esperar... Para mi suerte no espere mucho, a los minutos me llego un correo con fotos del hombre interesado, 1 foto de el semidesnudo y otra foto de su pene, era moreno, alto, musculoso y con un gran miembro... junto a las fotos había un texto que decía: Estoy interesado en tu anuncio, me llamo Carlos y tengo 40 años, me llama mucho la atención tu anuncio y estoy dispuesto a pagar lo que sea si pasas la noche conmigo.

No podía decir que no, era mi momento de hacer realidad mi fantasía sexual y además me iban a pagar muy bien, no podía perder la oportunidad… así que rápidamente respondí su correo aceptando y mandando mis datos para que me hiciera el pago, me envió la dirección y me envió una gran suma de dinero como adelanto. Había llegado el momento, me había comprado un hermoso y sexy conjunto de lencería, el me había avisado que el llegaría después para darme tiempo de organizar todo y recibirlo muy sexy.
Llegue a la habitación y él no estaba, rápidamente comencé a organizar todo y lo espere acostada con mi conjunto de lencería y espere que llegara... a los pocos minutos llego, todo se dio como si ambos éramos profesionales haciendo eso, los dos estábamos cumpliendo una fantasía.

El conjunto de lencería me duro muy poco puesto, en el baño había visto que había una ducha enorme con muchos espejos y esa escena ya me la había imaginado en mi fantasía, así que cuando se desnudó, le dije que pasáramos a la ducha. El agua estaba caliente, caía como lluvia del techo y el desnudo adentro. Era la imagen perfecta... Agarre un gel y lo eche sobre mis manos, iba acariciando todo su cuerpo, desde los pies hasta el pecho mientras hacía espuma, decidí jugar un poco con el antes de tener la acción, me puse encima de él y comencé a besarlo mientras podía sentir su pene rozando mi vagina, se sentía muy bien, me puse de rodillas mientras el agua caía sobre nuestros cuerpos y empecé a tocar y acariciar su miembro, estuvimos así unos minutos cuando me puse de pie y le dije al oído para irnos a la cama, el sonrió y me dijo que si...

Salimos de la ducha desnudos y empapados, le dije que podíamos comenzar con el masaje, nos secamos un poco y el acostó en la cama boca abajo, dejando sus firmes nalgas al descubierto, unte todo su cuerpo de aceite, comenzando desde la espalda mientras rozaba mis pechos por sus nalgas, yo estaba muy excitada, seguí así unos cuantos minutos masajeando su espalda, cuello y nalgas...

Él se voltea boca arriba y su pene erecto era la imagen perfecta, así que me puse encima de el y antes comencé a besarlo y a rozar mi vagina con su pene, podía sentir lo caliente que estaba y como latía, me puso al 100, el con sus manos me apretaba las nalgas y poco a poco fue metiendo sus dedos en mi vagina, entraban y salían, estaba toda mojada y le susurre al oído que me cogiera que no aguantaba más, el con una sonrisa en el rostro me tumbo hacia el otro lado de la cama, me puso en 4 patas y me tomo del cabello, me encantaba lo que estaba haciendo.

A los pocos segundos comenzó a penetrarme, yo gemía sin parar y podía escuchar como el también gemía, me estaba cogiendo tan duro que mis gemidos se convirtieron en gritos de placer, no pude aguantar más y me corrí, me temblaban las piernas, el aun seguía penetrándome tan duro hasta que acabo dentro de mí. El me acostó en la cama boca arriba y comenzó a lamer mi clítoris, aún estaba sensible, así que sentir su lengua en el me volvió loca de placer, cada roce y movimiento con su lengua me encantaba, no tarde mucho y volví a acabar. No podía creer lo bien que la había pasado. Nos quedamos dormidos y al día siguiente a la hora de irme me anoto su numero de teléfono y con una voz muy sexy me dijo: Llámame y se fue…